domingo, 11 de septiembre de 2016
LA PASTORAL LICEÍSTA COMO PROLONGACIÓN DE LA ACCIÓN EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA DIOCESANA.
La palabra pastoral deriva
de pastor,
que era un elemento constante en el mundo bíblico.
En la simbología bíblica, Dios es comparado con el
pastor, aquel que tiene al mismo tiempo autoridad y solicitud para con sus
ovejas. Jesús también es comparado con el buen pastor en el Evangelio de
Juan.
Como institución,
la Iglesia actúa no solo en la transmisión de
ideas, valores e ideologías,
sino también en el servicio a la comunidad.
La teología que estudia esta acción se llama teología pastoral (cfr.
Wikipedia).
Junto a la cátedra de religión, capellanía y el programa de Formación y Acción Social (FAS), somos agentes de evangelización. En medio de nuestra comunidad educativa que a la luz del evangelio, la tradición, el magisterio de la Iglesia y demás elementos doctrinales de la fe Católica, respondemos al legado que Jesús dejó a sus discípulos durante su vida pública.
Con
acciones concretas y coherencia de vida inculcamos en nuestra comunidad la
necesidad de ser nuevas y auténticas personas capaces de vivir al estilo de las
primeras comunidades cristianas.
La
Vida como el mejor regalo de Dios.
Recatar
el sentido por la vida.
La
Espiritualidad, valor fundamental del Ser Humano.
Fortalecer
el amor y respeto, por lo sagrado y lo divino.
Como seres vocacionados, Dios nos invita.
Decisión y compromiso frente al proyecto de
vida.
Grupos naturales a los que pertenecemos, Familia y Sociedad.
Aprovechamiento de los valores fundamentales de la
persona en los grupos naturales a los
que pertenece, familia, escuela y sociedad.
Ecumenismo, diálogo respetuoso con otras religiones.
Valorar posiciones serias y respetuosas frente a
opiniones y criterios contrarios,
Suscribirse a:
Entradas (Atom)